miércoles, agosto 01, 2007

El mundo del mañana

El mundo del mañana

Por Rubén A. Dalby, F.R.C.

Viviendo la ilusión del pasado

Hay personas que viven de las glorias del pasado; en esa categoría hay quienes llegan a crear grandes fantasías las cuales manipulan en tal forma, que se identifican con la idea de que son la reencarnación de algún personaje histórico o descendientes de reyes, princesas y faraones. En su secuencia de ilusiones se olvidan de la existencia de las "Leyes Naturales", entre ellas la de evolución, así casi nunca encontramos personas de este grupo que se iden­tifiquen con individuos comunes y corrientes (labradores, obreros, soldados, limosneros, etc.)

Viviendo la ilusión del futuro

Otras personas viven sus fantasías en el futuro. En mi concepto, si esta fantasía es placentera y positiva puede servir de escape de las presiones presentes. En cambio si la persona vive traumatizada sobre lo incierto del futuro hasta el extremo de no disfrutar la belleza y armonía del presente, entonces la situación se torna peligrosa hasta para su salud, pues le sobreviene la tensión nerviosa excesiva que ha de elevar su presión sanguínea e irá minando paulatinamente su salud.

Otra faceta positiva de las ilusiones del futuro es que la persona hace uso de la visualización y así puede ir creando condiciones positivas para lo futuro; en esta categoría entran los innovadores e inventores que día a día van simplificando nuestras tareas.

Ahora

Lo importante es vivir el presente, sacarle a cada instante su vibración de plenitud y felicidad pues como dijo un poeta indio desconocido: El día de ayer, es sólo un sueño; El mañana, sólo una ilusión.

Guarda pues bien de este día, porque Este día es la vida, la esencia Misma de la vida; en su leve trans­curso se encierran todas las reali­dades, la gloria del vivir y el placer de la hermosura.

Mañana

Pero ante todas las realidades de hoy, existe la inquietud del mañana; así frecuentemente surgen estas preguntas ¿Será peor el mundo de mañana? ¿Qué futuro enfrentarán mis hijos? ¿Nos ani­quilaremos con el inmenso poderío nuclear? ¿Cómo podemos evitar el decaimiento en las relaciones humanas que en el futuro puede conducir a la humanidad a su propia destrucción?

Los hombres y mujeres del mañana

El futuro descansa en la juventud de hoy. Quizás nuestro ego de adultos, nos impide aceptar que es nuestra generación la que ha puesto a nuestro mundo en el peligro en que está y que sólo la juventud de hoy debidamente moldeada promete corregir nuestros errores y llevarnos a un plano superior de evolución y Paz.

Otras veces estamos demasiado ocupados debido al aumento de las necesidades socioeconómicas de la familia, y no mantenemos como padres el diálogo necesario con nuestros hijos; evadimos dar respuesta a sus preguntas, las cuales son vitales para la adaptación del niño en este mundo cambiente y de evolución incesante y rápida. La respuesta sincera a sus preguntas ayudará a la nueva generación a formarse una filosofía propia que le permita ocupar su lugar en el proceso evolutivo y hacer los cambios necesarios para que exista confianza y que la hu­manidad no viva una Paz fundamentada en el miedo a desatar una guerra nuclear.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario