jueves, mayo 03, 2007

"Estelita, la Brujita"

Con Estela nos conocimos en Santiago de Chile, en el Terminal Sur, el que queda al lado del Terminal Alameda, de Tur Bus. Nos conocimos un sábado como a las 8 de la mañana, mientras esperábamos para subir a un bus con destino a la Ciudad de Montevideo (Uruguay), y fue por intermedio de su mamá.
En ese momento yo vivía en Uruguay, pero viajaba por lo menos una vez al año a Chile. Iba a cumplir 19 años y todavía estaba en el Ejército, por lo que podía viajar solamente en mis vacaciones de verano. Por lo general – y hasta el día de hoy - prefiero viajar en bus, ya que es más económico, y la empresa en la que viajo es muy confiable (desde que viaje por primera vez a Chile, con mi mamá, en el `87). Solo en invierno, cuando estoy apurada, o cuando cuento con más dinero para viajar, lo hago en avión, ya que son solo dos horas y 15 minutos.
En esa oportunidad viajaba de regreso a Montevideo. Me encontraba en los andenes del Terminal, sola, esperando que fuera la hora para subir al bus que me llevaría de regreso con mi familia. Miraba con nostalgia como la gente iba a despedir a sus familiares, pololos, etc. que se iban de viaje o de regreso a su país. Me llamo la atención, en toda la multitud, una señora junto con una muchacha joven, de mas o menos mi edad. La señora mayor, de poca estatura, no solamente aparentaba claramente ser chilena, sino ser una ama de casa, despidiendo con preocupación a su hija que se iba de viaje. De repente esa señora se acercó a mi para preguntarme si yo viajaba a Montevideo y si lo hacia sola o viajaba acompañada de alguien. Le respondí que viajaba de regreso a mi país y en esta oportunidad viajaba sola. La señora me pregunto hasta que numero de asiento me había tocado! Y ademas como iba a estar cerca de su hija, que también viajaba sola, pero por primera vez a Uruguay, porque no nos íbamos conversando para que no se aburriera, además ella iba a estar mucho más tranquila que su hija (del mismo nombre que la mamá, “Estela”), de mi misma edad, iba a conversar durante el viaje, con alguien que ya había hecho este recorrido ya varias veces.
De ésta forma, “Estelita” quedó a mi cuidado durante el viaje. Así, con Estela, luego de despedirse de su madre, subimos al bus. Al tomar asiento, nos dimos cuenta que ella iba sentada atrás, y yo iba sentada con un muchacho (que también aparentaba tener nuestra edad) al cual le pedimos si se cambiaba al asiento de atrás, así nosotras conversábamos. Este joven nos sorprendió y se negó, pero gracias a Dios, el caballero que iba sentado junto a Estela, accedió a sentarse adelante con este “joven muy atento”.
Así como partió el bus del Terminal, comenzó nuestra conversación, que con el transcurso de las horas, seria mucho más amena y divertida.
Nos presentamos y poco a poco, empezamos a conocernos, dándonos cuanta de que aparentemente, entre “su historia” y la mía, había muchas similitudes.

(continuará...)

2 comentarios:

  1. Hola Anita,me alegro q`estes feliz y que haya salido todo bien en tu casamiento.pasando a otro punto,no me habia detenido a leer tus escritos y los encuentro super buenos,ah me gustaria saber q`paso con estelita...bueno cuidate,un beso y saludos a marcelo....perdon a Dn Marcelo. TU AMIGO JOSE MIGUEL AREL.

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  2. Te invito a leer la entrevista que le hice a Blanca Lewin.

    Saludos
    http://kinettic.blogspot.com
    http://actrizchilena.blogspot.com

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