viernes, mayo 11, 2007

Meditacion


Cuántas veces te encuentras con tus amigos?
Y nunca te encuentras aún contigo?
No con tu ego externo; sí con tu Yo interno...

El encuentro con tu centro resolvería los problemas de tus periferias.
El encuentro con tu alma resolvería los problemas de tu mente y de tu cuerpo.
Marca, cada mañana temrpano, un encuentro con tu alma.
Lejos de todos los ruidos de tu mente y de tu cuerpo.
Aíslate en profundo silencio y soledad.
Vacíate de todo que tienes; y serás plenificado por lo que eres.
Hacer de tu ego una todal vaguedad; y serás plenificado por el Yo divino.
Donde hay una vaguedad acontece una plenitud; es ésta la maravillosa matematica del Universo. Entra, cada mañana, en un gran silencio; en un silencio pleniconsciente.
En el silencio de la presencia.
En el silencio de la plenitud.
Abre tus canales rumbo a la fuente cósmica; y las aguas vivas del Universo fluirán a través de tus canales.
Y nunca más te sentirás fallido, angustiado, infeliz.
Ese encuentro con tu centro de energía beneficiará todas las periferias de tu vida diaria.
Hasta los trabajos más prosaicos te parecerán poéticos.

Y las personas antipáticas te serán simpáticas. Ninguna injusticia te hará injusto.
Ninguna maldad te hará malo.
Ninguna ingratitud te hará ingrato.
Ninguna amargura te hará amargo.
Ninguna ofensa te hará ofensor ni ofendido.
Y extenderás el arcoíris de la paz sobre todos los diluvios de tus lágrimas.
Si te encontraras contigo mismo... Aislate, en una hora de profundo silencio y soledad.
Más tarde, serás capaz de estar a solas contigo en llena sociedad, en medio de tu actividad profesional.
Y entonces habrás resuelto definitivamente el problema de tu vida terrestre.
El mundo de Dios ya no te alejará del Dios del mundo.

(De Alma para Alma de Huberto Rohden)

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